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Secreción vaginal (flujo)


Moco cervical
Moco cervical
La secreción vaginal (o flujo) es el fluido lubricante que se produce para reducir la fricción durante las relaciones sexuales. A menudo tiene lugar durante la excitatión sexual femenina.

La sequedad vaginal es un trastorno en el cual esta lubricación es insuficiente.


Composición de la secreción vaginal


El fluido de lubricación contiene agua, piridina, escualeno, urea, ácido acético, ácido láctico, alcoholes complejos y glicoles, cetonas, y aldehídos. El fluido suele ser claro y más parecido al líquido de pre-eyaculación del varón que al de eyaculación. Sin embargo, la secreción puede variar en consistencia, textura, color y olor, según diversos factores como la excitación sexual, el tiempo del ciclo menstrual, la presencia de una infección y la dieta. La secreción vaginal es ligeramente ácida y puede hacerse más ácida con ciertas enfermedades de transmisión sexual. El pH normal del fluido vaginal está entre 3.8 y 4.5, mientras que en el semen masculino es de entre 7.2 y 8.0 (una sustancia neutra tiene un pH de 7.0).

Cambios en la secreción vaginal


Ciertas medicaciones, como algunos antihistamínicos sin receta médica, así como acontecimientos de la vida como embarazo, lactancia, menopausia, envejecimiento, o enfermedades como la diabetes, inhiben la lubricación. Las medicinas con efectos anticolinérgicos o simpaticomiméticos desecan los tejidos "mucosos" o mojados de la vagina. Tales medicinas incluyen muchos medicamentos comunes para trastornos alérgicos, cardiovasculares, psiquiátricos, y otros.

Varias enfermedades pueden alterar las características del flujo vaginal. La más común es la vaginosis bacteriana, una infección provocada por un desequilibrio en la flora de bacterias que habita en la vagina, y que provoca un flujo mucopurulento anormal (sobre todo después de las relaciones sexuales) con un desagradable olor parecido al pescado. La secreción mucopurulenta también puede estar causada por enfermedad inflamatoria pélvica.

Papel en la transmisión de enfermedades


Los educadores sexuales advierten de que los fluidos vaginales de una mujer infectada por el VIH, u otra enfermedad de transmisión sexual, pueden transmitir la enfermedad, hasta en ausencia de relaciones sexuales directas con contacto entre el pene y la vagina.

Lubricación artificial


Cuando la lubricación natural es insuficiente, la penetración puede ser incómoda o dolorosa. Un lubricante aplicado a la entrada vaginal y/o el pene puede prevenir esta incomodidad. Más raramente, un supositorio vaginal puede insertarse antes de la cópula.

Los lubricantes basados en el aceite pueden debilitar el látex y reducir la eficacia de los preservativos, guantes de látex, o presas dentales, así como otras formas de control de la natalidad o protección de enfermedades de transmisión sexual. Debido a esto, suelen usarse lubricantes basados en agua o silicona.